Ando estos días celebrando que hace ahora un año di un paso que ha resultado de lo más interesante y significativo en mi vida. Hace un año decidí, gracias al apoyo, empuje, amor y confianza de mi mujer, sacar del cajón mi novela La senda del hipopótamo. No es el momento de volver a todas las peripecias desde que la escribí, ni a todos los motivos que la han mantenido bajo siete llaves durante casi una década, porque, ahora que ha visto la luz se trata de recapitular las experiencias que se han derivado de ello. Los aciertos y los errores. Echar la vista atrás para intentar aprender y mejorar de cara a la próxima porque sí, habrá una próxima, incluso varias espero, y no dentro de otra década, le he cogido el gusto a esto. Iremos viendo todo poco a poco, pero antes música, siempre música. Hoy me acompaña el querido Johnny Winter.
¿Ya estamos escuchando todos buen viejo blues? Perfecto, ahora estamos todos más contentos y en un mood más apropiado. Si quieres abrir una cervecita también tienes mi permiso.
Lo primero que uno hace cuando tiene una novela y además ha optado por la autopublicación es empezar a promocionarla a ver si consigue vender algún ejemplar y ya de paso que lo lean. Si encima a los hipotéticos lectores les gusta pues ya miel sobre hojuelas que se suele decir. Con pocas herramientas y sin querer invertir mucho dinero en el asunto porque, ¿para qué vamos a engañarnos?, no creo que el retorno de la inversión fuese a ser tal, soy escritor para minorías selectas y siempre lo seré, no llegaré a vivir como un ricachón gracias a esto por más que fantasee con el asunto, opté por mis redes sociales, tanto las digitales como las analógicas, las de toda la vida. Vamos que lo puse en feisbu, puse un par de tuis, me lo puse en el estado del guasa y se lo conté hasta al Tato. No fue mala política, en el primer mes y pico parecía que me iba a hacer rico con esto. Luego se me terminaron los amigos y empezó mi lucha verdaderamente compleja para vender cada ejemplar. ¡Qué complicado, cojones, con lo interesante que es mi novela!
Total que algo había que hacer porque quería llegar a una cifra de ventas mínima para sentirme en paz conmigo mismo y estimar que el esfuerzo de había visto recompensado. Decidí hacerme esta página de feisbu, así en plan autor y tal. De momento tengo un buen puñado de me gusta en la página aunque no tantas interacciones como me gustaría, se ve que muy relevante no he llegado a ser todavía, pero oye ahí va creciendo de a poquito en una red social moribunda, no está mal del todo. Por supuesto, te animo a darle al me gusta a esa página y a interactuar hasta gastar los comentarios (igual que en este blog). Sin embargo, pronto me di cuenta que ahí había poco más que rascar. A mi modo de verlo, o de usarlo que también puede ser, feisbu es una red social que es muy semejante a tu verdadera red social analógica pero online, con la comodidad que da eso para mantener el contacto con mucha gente y que además están muy alejados en el espacio y el tiempo, pero básicamente son tus amigos y familiares. A esos ya les había vendido el libro. Era hora de concentrarse en tuister, ahí las cosas son de otra manera, y te haces viral y un tuistar y mis huevos peludos... Como decía Jack el Destripador: vayamos por partes.
En tuister o sigues a la gente o no te sigue ni el que se escapó de la isla. Vamos a ver, que a mí me importa un carajo lo que tengas que decir tú, que yo lo que quiero es que a ti te interesen mis mierdas, el rollo del quid pro quo no va conmigo porque luego cuando abro la app me empiezan a salir todas esas chorradas y me indigno (en algunos casos he aprendido a silenciar porque aunque no sigas a determinadas personas sus miserias te siguen saliendo porque cuanto más chungos y llorones son algunas personas en tuister más bombo le dan los demás, es un poco gilipollezco, la verdad). Por cierto puedes seguirme en mi tuister, soy la mar de interesante, y ya de paso compra mi libro, léelo, regala ejemplares a todos tus seres queridos, recomiéndalo en el trabajo, esas cosas.
Aún con mis reticencias a tuister sí que encontré alguna gente que se ajustaban a mis estándares para seguirlos, algunos amigos y un grupete de seguidores que va creciendo también poquito a poco aunque yo no les siga de vuelta, gracias a estos últimos, si interactuáis conmigo probablemente termine siguiéndoos y si interactúas conmigo y no te sigo lo mismo es que me creo que ya te sigo, no lo controlo mucho, la verdad. Me he hecho con mi pandillita de tuister, por así decirlo, y está muy bien porque para mí se ha convertido en algo así como el equivalente a bajar a la plazita un rato a despejarte, encontrarte con los colegas que sea y charlar un rato. Siempre se puede conocer a gente nueva e intereasante, como extra. No hace falta que os recuerde que este año hemos estado de pandemia y no se ha podido bajar a la plazita, si a eso le sumas que llevo poco tiempo viviendo en este pueblo y no conozco a nadie (tampoco es que haya hecho mucho por ello, ni tenga mucho interés), pues mira tú por donde lo del tuister está la mar de bien, pero ¿se venden libros por tuister? Pues mira, yo poquitos y eso que, a raíz de mi actividad publicitaria en esa red social han pasado varias cosas.
La primera fue que mi hipopótamo y yo tuvimos el gusto de entrar a formar parte de la II Feria del Libro Virtual de Laura Mars que es chulísima. Muy reseñable el curro que se dio amiga Laura Mars para semejante evento, todavía se puede ver online hasta finales de junio. Lo cual me recuerda que lo primero, lo que se dice lo primero, no fue, antes mi querido y admirado Joaquín González Haro, capo de uno de los blogs con más solera del mundo friki, De fan a fan, tuvo a bien reseñar la novela y le dedicó algunas palabras muy elogiosas, os dejo el enlace pero no te vayas a leerlo hasta que no termines aquí.
Después de eso, creo que el total de ejemplares vendidos por la aventura de la feria del libro asciende a cero, ¡había que intentarlo!, me encontré con una cuestión que prometía ser más interesante. Sí, estoy hablando de la iniciativa Kmleon Books donde además de conseguir un sello de calidad para mi novela, he conocido a un buen montón de compañeros y compañeras que son de puta madre, algunos con libros muy potentes (ahora mismo mis favoritos son "Somonime" de Silvia Moreno, del que ya os he hablado, y "Arriba, en la buhardilla" de Ramón Bassons, del que os hablaré en breve). Gracias a mi involucración en ese colectivo además de vínculos con otros escritores las cosas han ido en otra dirección y he de reconocer que de todas las ventas desde entonces (octubre, más o menos) un porcentaje cercano al 90 están directamente asociados al apoyo recibido por esta vía. Eso sí, nada parecido al primer mes y medio, ya te digo que es tela complicado vender libros.
Ya dentro del colectivo escribí un curioso relato de scifi hard, llamado "Supervivencia", sobre una especie de gusanitos llamados los bosformórfidos y su lucha contra sus depredadores naturales, los neobriotantes. Estoy especialmente orgulloso de ese relato, conseguí plasmar en él todas mis reflexiones sobre un tema tan fundamental como la supervivencia y como, sin saberlo, somos esclavos. Creo que la ciencia ficción debe servir para eso, para reflexionar, como metáfora o como forma de poner a prueba una hipótesis. En este caso creo que no podría haberlo hecho mejor, me flipa mi relato. Y entró en First Class, la primera antología que publicamos los compañeros del colectivo y que es contenedora de algunas joyas muy potentes, además de mi relato, que no debieras de perderte. Máxime que además estarás colaborando con la Asociación Sevillana de Esclerosis Múltiple, somos así de solidarios los juntaletras underground.
Por el camino empezaron a salir reseñas de lectores que se pueden ver en la página de Amazon, en Goodreads y alguna más por ahí. Entonces sorpresa, fui invitado al programa Preguntas Incómodas con Gloria y Sati en el canal de YouTube de Gloria Carrasco donde me hicieron la entrevista que os dejo a continuación. Lo cual me recuerda, que memoria la mía, que Gloria ya me había hecho esta entrevista para su blog. Gloria es un encanto de chavala, ¡seguidla y leedla! Llegará lejos.
Tras esto sucedieron dos cosas prácticamente a la vez. Por un lado me invitaron a presentar la novela en el canal de la Frikis Escritoras y sus locuras en otra entrevista muy peculiar que os dejo a continuación. Por otro, mi relato "El zombi como voluntad y representación" que había presentado para ver si entraba en la II Antología Orgullo Zombi resultó seleccionado y ahí está muy bien rodeadito. Me enteré justo la mañana que iba a hacer la presentación con Cordelia y Sandra, así que lo celebré como correspondía.
Respecto al relato decir que es una antigua gamberrada verhoeveniana cargada de filosofía existencial y mala baba, que en su momento salió en Los zombis no saben leer, una revista pulp con la que colaboraba hace una década y de la que casi nadie se acuerda pero algún día hablaré, y que ahora, gracias a esta antología del estimado Andrés Granbosque, tendrá una segunda vida en su justa resurrección. Nuevamente los escritores underground somos la leche de solidarios y el dinerito que se recaude irá a las arcas de la Asociación Entrelibros para colaborar en que realicen su magnífica labor. Considerando que esto salió justo el domingo pasado debiera ser todo, pero resulta que no, que ayer me dieron la última alegría.
En octubre había presentado un relato, "Arbeir macht frei", a la convocatoria Laberintos a la revista número 1 del terror y el género fosco en España: Calabazas en el Trastero. Durante años he querido una calabaza en mi curriculum de escritor porque me parece que es un premio importante, un prestigio, ahí no entra cualquiera, la competencia es dura y los seleccionados plumas muy potentes del género. Pues bien, ayer, mientras reflexionaba sobre cómo enfocar estas líneas me llegó un e-mail informándome que mi relato ha sido seleccionado y saldrá en el número correspondiente. Se trata de una historia de corte fantástico y muy oscura, muy muy muy oscura, densa y dolorosa, sin esperanza ninguna, como ya anuncia su ominoso título, como tiene que ser para que la publicación decana del género fosco la acepte. Y yo, la verdad, estoy la mar de contento. A lo mejor podría haber vendido unos cuantos libros más, o haber hecho las cosas de otra manera, no sé, al final creo que la intención inicial de la autocrítica se me ha quedado por el camino, pero es que estoy bastante satisfecho. Esta pequeña retrospectiva me ha hecho tomar consciencia del montón de cosas que he hecho en un año considerando que ha sido un año de pandemia, que no podíamos salir de casa y que, encima, yo no he parado de trabajar como un gilipollas en un curro que no es que me deje mucha vida para expandir mis horizontes.
Como siempre, gracias por tu atención. Nos leemos.