sábado, 10 de agosto de 2024

No habrá paz para los malditos - Katherine Vega

    Desde ayer que terminé de leer está historia, que mientras leía le decía a mi señora que era de demonios follarines, vengo dándole vueltas a todo cuanto su autora pone sobre la mesa. Me gustan los libros que te dejan pensando y con cierta sensación de vacío tras cerrarlos. Este es uno de ellos.

    Cierto, porque la verdad siempre ha de ir por delante y más en este tipo de textos si queremos que quienes nos lean, aunque sean pocos, nos tomen en serio, que no ha sido el libro de Katherine Vega que más me ha gustado. Igualmente cierto es que no he leído todo lo que ha publicado, esta señora es una máquina imparable, prolífica como un Lope de Vega, ¿serán familia?. Denle tiempo y su obra, que ya empieza a ser extensa, se tornará en inabarcable. Ante una producción tan basta es obvio que algunos libros te van a gustar, o incluso interesar, más que otros porque, además, la amiga Katherine Vega se mueve por géneros y estilos como pez en el agua. Muy completa, sí señora, todo un talento el suyo. Elija el libro de su autoría que estime que más se puede adaptar a su gusto y dele una oportunidad, no se arrepentirá. Pero hoy voy a hablar de No habrá paz para los malditos. 



    Que no sea mi favorito, en ese podio están Algo malvado y Profanarás la carne casi inamovibles a la espera de que lea, en breve espero, No podrás escapar, no implica que no haya disfrutado con la lectura. Hay un momento que se me atraganta un poco cuando muchos capítulos terminan, como en aquel episodio de los Simpsons, con erótico resultado. Esta tendencia al continuo folliscar de los personajes me descolocó en parte porque no sabía, no buscaba, que se trataba de una novela erótica. No soy afecto a esas lecturas. Por suerte no es el caso, aunque a la señora Vega le gusta recrearse en las bajas pasiones de sus protagonistas. No importa, somos adultos, no vamos a escandalizarnos por unos cuantos polvos, aquí hay una historia que cada vez se hace más interesante y merece ser leída.

    Todo parte de una premisa en la que Lucifer, después de siglos siendo el amo y señor del Infierno, se harta, decide abdicar de su trono y largarse a Los Ángeles a vivir la vida loca en el Paraíso, un casino que se ha montado ex profeso. Para ello se hará acompañar de Leraie, general del Séptimo Círculo del Infierno y su amante predilecta, y Astartea, hermana de esta y demonio con muy malas pulgas. Todo está en orden para el desenfreno, sexo, drogas y rock and roll, aunque a Lucifer parece gustarle más el blues. El contrapunto viene, por supuesto, de que esta dejación de funciones como soberano del Averno no va a quedar como si no hubiese pasado nada, Leraie y Astartea temen que esto pueda tener consecuencias celestiales y vaya si las tiene. Y, parafraseando a Mayra, hasta aquí voy a leer la tarjetita.

    La novela se desenvuelve en torno a estos personajes y otros de la mitología cristiana que implican desde Lucifer y otros demonios a ángeles como Gabriel, Michael o el mismísimo Dios, pasando por secundarios de lujo como Caín, Lilith o Adán. Desde ya aviso que si usted es muy creyente de estas cosas y susceptible de ofenderse con facilidad será mejor que no se acerque a este libro, las cosas como son. Katherine Vega se entretiene en subvertir las reglas del juego desde sus propios eslóganes clásicos, una gamberrada de lo más divertido, todo hay que decirlo, cuando vemos todas estas figuras comportarse como si estuviésemos antes las historias de los dioses clásicos de Grecia. Ya por ahí la cosa va bien, nos ha salido blasfemilla la autora, ¿que le vamos a hacer? Se nos pone nietzscheana, hace una transvaloración y tira millas. He de reconocer que me he reído bastante con sus osadías y pensando en los escándalos que se podrían montar algunos en su cabeza de llegar a leer esto. Quizá necesiten ser escandalizados, ¿quién sabe?

    Lo mejor, como suele decirse, para el final, pero esa sí que no la voy a desvelar, sólo diré que es ÉPICO, así, con todas sus letras en mayúscula. Mola muchísimo. Me podría extender, me encantaría extenderme, pero no quiero estropear la lectura a nadie. A ver si montamos un club de lectura y ahí comentamos, mientras tanto no voy a decir nada más.

    En resumen, una novela gamberra y divertida que invita a alguna que otra reflexión y que se lee con gusto hasta llegar a un finalazo. No es poco, ¿no le parece? Si usted no tiene una mente cuadriculada y le gustan este tipo de historias haría bien en asomarse a leer como la cuenta Katherine Vega, lo hace de un modo fresco y sencillo no por ello falto de un trasfondo profundo y complejo donde el bien y el mal, igual que en la vida misma, se confunden, se enredan e incluso terminan folliscando de vez en cuando. Todo bien y muy recomendable.

    Muchas gracias por su atención.

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